El rico legado que la arquitectura de la Edad Media dejó para el
patrimonio cultural es uno de los reclamos más importantes que posee el
turismo en Catalunya. Se conserva un importante número de castillos y
fortificaciones de esta época, alrededor de 600 repartidos por todo el
país.
Normalmente estas construcciones se ubicaban en lugares altos y
estratégicos, cerca de las fronteras con antiguos territorios.
Inicialmente tenían una función militar, pero con los años fueron
convirtiéndose en residencias y palacios de nobles y aristócratas.
La
oferta cultural de estos castillos es muy amplia, y puede ir desde la
visita turística al aprovechamiento de los espacios como marco para
otras actividades, como festivales de música y otros actos culturales.
También es habitual que se puedan disfrutar como alojamientos
privilegiados.