domingo, 9 de abril de 2017

BARCELONA - CARRE D'ARTISTES (Petritxol)


Según el historiador Duran Santpere, la primera vez que aparece en documentación el nombre de la calle Petritxol es en 1292; Entonces Petritxol no era en realidad una calle, sino un camino que iba desde la plaza del Pi hacia la Portaferrissa, pero sin llegar, ya que había una casa que cerraba la comunicación entre los dos caminos.

Es por ello que, cuando se hizo el censo de 1365, no se incluyó la calle de Petritxol, porque no lo consideraban una calle. Fue cien años más tarde, en 1465, que se derriba la casa, propiedad de Da. Eufrayna Ferrera, que era la que cerraba el paso y la comunicación entre Petritxol y Portaferrissa.

Antes de 1292, los documentos únicamente nos hablan de la “palma del Pino”, donde se viste una iglesia dedicada a la exaltación de los Reyes de Oriente, oficialmente conocida por Sta. Maria de los Reyes de Oriente y, mas corrientemente, como Sta. Maria del Pino.

El arroyo que bajaba por la Rambla, que recogía la salida de otros arroyos, formaba rincones y recodos donde se detenía la “Pedritxes”, la tierra mana y los desechos que las fuertes corrientes arrebataban en su descenso desde Collserola y los Agudells. Esto lo refiere Clovis Eimeric en su libro Historia nueva de una calle vieja. Podría ser que la “Pedritxes” (sarro que forman las aguas demasiado calizas de Barcelona) diera nombre al “Padritxol”. En el siglo XVII, la calle todavía se llama “Padritxol”.

En el 1352, se venden unas casas de la calle con huerto, pero no se menciona en los documentos el nombre de Petritxol, sino que se describe como la “calle cerca del Pi sin paso”. La calle en realidad existe, hay edificaciones del s. XIV, pero ya es en 1402 cuando María De Oros vende a Beret Majorna unas “casas con huerto en la calle de Pedritxol”.

Durante el s. XV se producen varias ventas en la calle y los vecinos se afanan por tener comunicación con la Portaferrissa, y es entonces cuando el Consejo de Ciento y los vecinos de la calle derriban la casa de la señora Eufrayna Ferrea y queda definitivamente establecido el trazo de la calle de Petritxol. Ya no era un “callejón sin salida”, como dice Clovis Eimeric, sino una calle útil. Según documentos del Archivo Histórico de la ciudad, que ha hecho conocer Clovis Eimeric, los vecinos de la calle eran gente de oficio, de condición humilde, según el censo que pagaban.

El despertar de la ciudad por el lado de la calle del Pi hace que la calle de Petritxol salga beneficiada. Se construyen varias casas con huertos, unas, propiedad de Pedro Duran de Olesa y, otros, de Joan Carbonell; y el obispo de Barcelona hace donación de varias casas de la calle Petritxol a Alejandro Gasset, sucesor del canónigo Gasset, beneficiado del Pi, con la condición de que, si muere sin hijos legítimos, la herencia pasará a la Comunidad del Pi.

También- en 1586, Joan Ferré y Bosques tiene dos casas en la calle de Petritxol, ante el portal del Pi. Todo esto lo reporta Clovis Eimeric, extraído de documentos municipales.



Anverso / Reverso - Dimensiones 21 x 6 cm
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