De
todos es conocida la librería Ocho y Medio, justo delante de los
Cines Renoir, a unos minutos de Plaza de España. Lo que quizá muchos
desconozcan, aquellos que no suelen pasear a menudo por la ‘manzana del cine’
(la zona de ocio en torno a la calle Martín de lo Heros), es que la tienda
también cuenta con dos cafés: Via Margutta (la calle de Roma donde vivió
Fellini) y El Gatopardo (la obra de Di Lampedussa adaptada por
Visconti).
El ambiente
en Via Margutta es relajado y cómodo. Seguramente te perderás en los
detalles de su cinemtográfica decoración mientras desayunas, meriendas o tomas
alguna de sus especialidades, como los tramezzini, sandwiches
típicos de Roma con distintos tipos de relleno. La carta ofrece varios tipos de
tostadas y croissants; distintas opciones con títulos de cine: ‘Pa
Negre’ (desayuno al estilo catalán), ‘Un Perro Andaluz’ (al estilo del sur), un
‘Jules et Jim’ (francés)… que se completa con algunas ensaladas, snacks
y tartas. Nuestra recomendación, la tarta de chocolate, ‘Chocolat’.
Al lado del
mostrador se sitúa ‘The shop arround the corner’, una tienda delicatessen
repleta de productos importados de Italia, EE UU, Reino Unido…, que también
alberga vinos exclusivos – en su mayoría de pequeña tirada- pertenecientes a bodegas
de grandes del cine como Antonio Banderas, José Luis Cuerda o Francis Ford
Coppola; e Inedit, la cerveza de Ferrán Adriá.
Si sigues
avanzando, llegarás al segundo café, o -como sus responsables quieren que
recalquemos- una librería-café: El Gatopardo. Todos los libros (novelas,
ensayo, poesía, teatro) que puedes comprar aquí han sido seleccionados
personalmente por los dueños, María Silveyro y Jesús Robles.
Tu
curiosidad actuará por sí sola: el atrezzo, lleno de recuerdos y objetos
personales traídos de su propia casa, está cuidado hasta el más mínimo detalle.
Pídete un ‘Bagdad Café’ (o un chocolate, o un té) en el sillón que hay junto al
ventanal que da a la calle, y disfruta con una buena lectura, o viendo cómo la
gente corre para llegar a tiempo al cine.
La última
ampliación de Ocho y Medio es su terraza de verano, un agradable espacio
a pie de calle con mesas de madera, sillas de director, y una gran
ventaja: ni un solo coche que pase a tu lado. Un lugar para sentirte como una
estrella más del Paseo de la Fama madrileño.
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